Crítica: Bienvenidos a Zombieland (2009)

 

Por Repolocho

Título original: Zombieland

 

Dirección: Ruben Fleischer (olé, olé y olé por este talentoso "novato")

Guión: Paul Wernick y Rhett Reese (geniales, pero conocidos en su casa a la hora de comer, como todo buen guionista)

Intérpretes: Jesse Eisenberg (apodado "Columbus", valiente como un pececito), Woody Harrelson (apodado "Tallahasse", fuck yeah!), Emma Stone (apodada "Wichita", ¡ains, omá qué rica!), Abigail Breslin (apodada "Little Rock", la pequeña bastardilla resabiada), Amber Heard (tía buena que pasa a ser zombi babeante en cero coma), Bill Murray (¡el puto Bill Murray!) y un montón de geniales extras zombificados que se han ganado el cielo (o, más bien, el sangriento infierno) con sus interpretaciones. ¡Ellos sí que son los protagonistas!

Crítica:

El público pensó el día de su estreno "bah, otra de zombis". Y cuán equivocadas estaban estas gentes, entre las cuales me incluyo... quién se iba a imaginar que bajo un título tan típico y aparentemente predecible se escondía una pequeña joya del género zombi y gore que iba a cautivar, no sólo a los espectadores más jóvenes, sino también a los papás y mamás más escépticos, a los hermanitos pequeños más atrevidos y a las mascotas más... esperen, olviden esto último.

Pues sí, damas y damos, tras su exitoso paso por el Festival de Sitges, en el que se alzó como ganadora del Premio del Público, "Bienvenidos a Zombieland" llegó a las pantallas "apañolas" anunciándose como la comedia de zombis del año, algo que no muchos creyeron hasta que fueron a comprobarlo al cine. Aquí a servidora le parecía que iba a ser una de esas estupideces jollibudienses, un subproducto americanoide más para la descerebrada y palomitera masa adolescente, que podría identificarse con los zombis de la peli, al mismo tiempo que se partían la caja con simples chistes de pis y caca de unos mediocres actores, y resultó ser todo lo contrario. Lo cierto es que ya me había picado la curiosidad cuando empecé a oír las buenas críticas que había obtenido y el premio en Sitges me sorprendió bastante, por lo que agarré al Troll de la pelambrera y me lo llevé (eso sí, limpito y bien atadito con correa) al cine. Aún así, debo confesar que nuestra primera opción era ver "Avatar", pero se conoce que la susodicha masa adolescente (y no tan adolescente) ya había invadido todas las salas. Viendo lo frustrante de la situación, el Troll farfulló: ¿Te interesa ver la de Zombieland? a lo que respondí con algo de desganilla que sí, así que nos lanzamos a la aventura.

Ya desde su comienzo es magistral. Aparece una bandera americana llenando la pantalla mientras suena el himno a base de rasgueo de guitarra eléctrica y la voz en off del joven prota, el cobarde (aunque avispado) Columbus, poniéndonos en situación: un mundo destruido, un apocalipsis zombi, un montón de cadáveres putrefactos, etc. etc. Y empiezan unos geniales títulos iniciales, con muchas tomas en slow motion (o, como se dice en mi pueblu, cámara lenta) de toda clase de tronchantes accidentes, mordiscos, espumarajos sangrientos y rabiosos, ostias en coche (qué grande es esa toma, pero qué grande...), putas y strippers corriendo para comerse (literalmente) a sus clientes... vamos, la crème de la crème. A partir de ahí, van apareciendo los personajes, todos ellos con nombres de estados americanos para que en ningún momento sepan cómo se llaman realmente y así no intimen demasiado (aunque hay una agradable revelación final). De este modo nos encontramos con:

- Columbus, un chico cobarde pero muy previsor que ha conseguido sobrevivir a base de precaución y una lista de reglas, tan lógicas como tronchantes, que van apareciendo y repitiéndose a lo largo de la película en unos títulos con delirantes animaciones. Ojo, pueden aparecer en cualquier parte de la pantalla (matrículas de coches, carretera, en una esquinita, en un tejado...) así que hay que fijarse un poco, pero el premio es la carcajada.

- Tallahasse, el rudo matazombis bien interpretado, y quién lo iba a decir, por Woody Harrelson un actor que, normalmente, convierte en caca todo lo que toca. Sin embargo, en "Zombieland" se encuentra en su salsa (y no, no me refiero a la sangre): pone el punto más cómicamente bestial a las escenas de acción y, a su vez, muestra su lado más tierno hablando de su "cachorrito" y ¡cómo no! de su obsesiva afición por los bollitos Twinkies.

- Wichita, una tía buenorra sin escrúpulos que, tal y como la describe Columbus: está como un tren, es guapísima, pero no es como una de esas zorras que se lo creen.... Ni que decir tiene que entre ambos hay algún que otro tierno roce... vamos, eso es lo único predecible de la peli, chico joven y chica joven se enamoran en mundo zombi. Eso sí, chico joven se lleva ostias y decepciones por parte de chica joven, algo putilla al principio. Pero muy ingeniosa, sí señor.

- Little Rock, la pequeña mujercita hermana de Wichita (¡oh, un pareado!) a la que el mote le viene que ni pintado: es pequeña, dura y bastante cabrona, pero aporta gracia a la historia, sobre todo con esas conversaciones filosóficas con Tallahasse.

Ni que decir tiene que tanto la historia presente como los flashbacks de cada personaje no tienen desperdicio (esa "primera cita" de Columbus, el "cachorrito" de Tallahasse o las andanzas al más puro estilo de "El Golpe" de las dos hermanas) y que los inolvidables dichos, tortazos, chistes, masacres y demás bestialidades (por no hablar del increíble cameo de Bill Murray y su "modesta" mansión) convierten a "Bienvenidos a Zombieland" en una película BRUTALmente desternillante y harán pasar un buen rato de verdad al espectador.

Os la recomiendo encarecidamente, colégolas, no tiene desperdicio... aparte del que sueltan esos adorables zombis, claro.

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