Título original: Black swan

Dirección: Darren Aronofsky

Guión: John McLaughlin y Mark Heyman

Intérpretes: Natalie Portman (Nina Sayers), Vincent Cassel (Thomas Leroy, el director artístico), Mila Kunis (Lily, la "rival" de Nina), Barbara Hershey (Erika Sayers, la madre de Nina), Winona Ryder (Beth McIntyre, la veterana estrella de ballet retirada), Ksenia Solo (Veronica, compañera de Nina), Benjamin Millepied (David, el protagonista masculino de "El lago de los cisnes").

Crítica:

Sensacional y perturbadora película que nos sumerge de lleno en el mundo del ballet profesional de la mano de Nina, una frágil e ingenua bailarina cuya vida gira únicamente entorno al universo de la danza. A pesar de su esfuerzo y dedicación, Nina siente que nunca se la ha tenido en cuenta, por lo que inicia una lucha para conseguir el papel principal en la obra "El lago de los cisnes", llevada a los escenarios por el polémico director Thomas Leroy, quien la ve perfecta para encarnar el papel del dulce e inocente cisne blanco, pero no al cisne negro, su rival, más sensual y calculador. Todo esto se complica aun más cuando aparece Lily, una joven y anárquica bailarina que es perfecta para este papel, iniciándose entonces una historia de turbia amistad y rivalidad entre ella y Nina por conseguir el ansiado papel.

"Cisne negro" es un excelente ejercicio cinematográfico no apto para todos los públicos (y no sólo me refiero a las edades), ya que su estética oscura y la intriga de la historia llegan hasta niveles angustiosos para el espectador, a quien se le muestra la visión que tiene Nina del mundo que la rodea, con una madre preocupada y autoritaria que no la deja respirar, la constante tensión a la que se ve sometida en los ensayos, la extraña relación con su compañera Lily y su continua obsesión por llegar a ser tan perfecta como la gran bailarina Beth McIntyre, a quien idolatra de un modo casi enfermizo.

La trama es realmente absorbente y se va desarrollando con una fuerza que, conforme se va acercando al final, se vuelve arrolladora. No hay un sólo respiro para el público, hay una sensación de inquietud y malestar constante con escenas que llegan a ser muy desagradables (las heridas de la espalda de Nina, la obsesión por las uñas, los destrozados pies de las bailarinas...), pero que no caen en absoluto en la vulgaridad. Es más, si hay algo que cabe reseñar es el realismo y la crudeza de las mismas, pero sin caer en el recurso del gore facilón del que pecan tantos otros films. Aquí el dolor y las heridas llegan a tener un punto de lirismo en un intento de comprender el sacrificio que supone el mundo del ballet y las rivalidades que surgen dentro del mismo, con momentos que pueden recordar a otras grandes obras del cine como "Eva al desnudo" o "El crepúsculo de los dioses" (en especial la relación de Nina y Lily o la obsesión con la ex-bailarina Beth), con ciertos toques de "Psicosis" (sobre todo en las escenas de Nina con su madre) y, como referencia más reciente, de "Shutter Island" (con ese ambiente de continuo suspense, visiones perturbadoras y música atronadora).

Hay que destacar también las intensas interpretaciones de todos los actores, en especial de Natalie Portman (que, como recordaréis, se llevó el Oscar a la Mejor Actriz), que lleva todo el peso del film en sus hombros y sale adelante de un modo increíble. La bella Mila Kunis borda su papel de personaje seductor y ambiguo, del que no se sabe muy bien si sus intenciones son buenas o pretenden llevar a la protagonista a la destrucción. Para mi, verla en "Cisne negro" me llenó de alegría, porque creo que ya va siendo hora de que a esta chica la den buenos papeles y que no se vea encasillada siempre en los de "típica niña mona" que ha tenido hasta ahora (sin ir más lejos, en chufas como "Paso de ti" o "El libro de Eli"). Por otro lado, el papel de Thomas Leroy parece haber sido especialmente escrito para el francés Vincent Cassel, que despliega todas sus armas de seducción para cautivar a Nina, aunque sea desde el punto de vista de la alumna que admira al profesor, y realmente lo consigue, a pesar de su más que cuestionable físico. Barbara Hershey tiene un agobiante papel de madre sobreprotectora que hace cuestionarse al público la cordura del propio personaje, quien intenta cumplir sus sueños de grandeza a través de su hija Nina. Por último, la breve aunque enérgica aparición de Winona Ryder aporta algunos de los momentos de mayor dureza de la película, puesto que se trata de un personaje inestable, desquiciado y autodestructivo, tal y como demuestran las terribles escenas del hospital.

En definitiva, "Cisne negro" es una sorprendente historia repleta de suspense, ambición, sexo (sí, mucho sexo; que conste que este es uno de los principales reclamos publicitarios para el público masculino, ansioso por ver a la Reina Amidala en escenas altamente pr0n) y ballet, mientras suenan las inconfundibles melodías de Tchaikovsky. Una película que seguramente pasará a ser una obra maestra con los años. Denle tiempo, como al buen vino.

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