Crítica: El ataque duró siete días (1964)

 

Por HoJu

Título original: The Thin Red Line (O sea, La delgada línea roja; no os lo esperabéis, ¿verdad?)

 

Dirección: Andrew Marton (su filmografía es más bien poco fascinante: participó en la codirección de El día más largo y Las minas del rey Salomón, eso es lo único reseñable... y probablemente lo hizo llevando los cafés o algo).


Guión: Bernard Gordon (basado en la novela de James Jones que también se adaptaría con más éxito en 1998, en "La delgada línea roja").

 

Intérpretes: Keir Dullea (soldado Doll, joven y sensiblote), Jack Warden (sargento Welsh, el típico tío duro y grandote que le hace la vida imposible al anterior), James Philbrook (el coronel "me da igual que haya un campo minado, esta noche quiero cenar en la posición japonesa"), Ray Daley (capitán Stone, pelín insubordinado), Jim Gillen (capitán Graff, su sustituto, probablemente porque se la chupa al coronel), Bob Kanter, Merlyn Yordan, Kieron Moore, Charles Stalmaker, Steve Rowland (otros personajes igual de irrelevantes pero cuyos nombres no recuerdo). Mención especial a los japoneses, explorando en cada toma formas cada vez más espectaculares de caer de un árbol o rebotar por un risco abajo al más puro estilo de Homer Simpson.

 

 

 

Crítica:

 

Hay un par de cosas que decir de esta peli antes de meterme en harina con ella. No la he elegido porque sea precisamente de estreno (1964), ni porque sea un clásico (que sea en blanco y negro no convierte a una peli en clásica), ni siquiera porque sea buena (no lo es) o porque me haya gustado particularmente. Tampoco es tan mala como para merecer un defenestramiento público o un lugar en Cinecutre, así que digamos que es una película anodina e irrelevante, en resumen, que no aporta nada... (Esperabais un link a la Carta Thisismadness de Edu, ¿verdad? Pues no, cabroncetes... buscadla vsotros mismos).


¿Por qué esta crítica entonces? No sé, quizás para hacer bulto. O quizás porque la asistencia a ciertos coloquios de historia bélica en la universidad, me hizo prestar más atemción de la que probablemente merece a esta película que había visto la semana anterior de pura casualidad, al pillarla empezada en la tele una tarde de domingo. Por lo tanto, ya que la he visto una vez y ni siquiera entera, no esperéis un análisis muy preciso.

 

La historia adapta la aclamada novela de James Jones, "The thin red line", un libro bastante autobiográfico que conmovió a los USA de posguerra al reflexionar sobre el horror de la guerra, las relaciones entre los soldados y las transformación de sus mentes, a raíz de la experiencia del propio autor en la Batalla de Guadalacanal en 1942, donde marines y japoneses se dieron por el culo reiteradamente entre la selva (atención, selva que en esta película se recrea no sé cómo, ya que se rodó nada menos que en España, el paraíso de los rodajes baratos en aquellos años).

 

Todos conoceréis la adaptación de 1998, cuya traducción al español por una vez respetó el título original, una de las películas de la Segunda Guerra Mundial más apreciadas por púlico y crítica. He de decir que a mí, "La delgada línea roja" me pareció buena, pero un poco demasiado reflexiva y filosófica... no sé, demasiados minutos de voz en off hablando de lo terrible que es todo y de lo mal que se sienten. O eso recuerdo, hace mucho que la vi.

 

Pero estamos aquí para hablar de su hermana mayor; y si "La delgada línrea roja" se pasa de filosofismo, "El ataque duró siete días" se queda corta, y no ahonda mucho en los entresijos morales, aparte de la relación entre los dos protagonistas que no deja de ser bastante estereotípica (tipo sensible vs. tipo duro, conflicto y redención final). Y no es que compense esta carencia con una desbordante acción bélica que te traslade a los infectos pantanos de las Islas Salomón. No. El presupuesto más bien cortito se nota, y aunque está resuelto con corrección, el film deja traslucir elementos de cutrez y anacronismo que no escapan a ningún friki mínimamente observador, como por ejemplo que algunos soldado yanquis en medio del Pacífico en 1942 aparezcan empuñando ¡subfusiles alemanes MP40!

 

Pero siempre me lío y me salto la sinopsis. Veamos. La compañía Baker (creo recordar) de no sé qué batallón de los marines de los EEUU desembarca en la isla de Guadalcanal y se dispone a disputársela a los soldados imperiales (no, stormtroopers no, japoneses). Están comandados por el capitán Stone, un tío bastante bueno en lo suyo y que además es buena gente y se preocupa de que los japos no hagan rodajas a más soldados de los necesarios. No así el coronel Tall, que está dispuesto a sacrificar a toda la compañía para cumplir los objetivos de la misión, que son conquistar un poblado y una roca de la hostia. En la compañía conviven varios soldados, entre ellos el joven y poco-aficionado-a-cumplir-las-normas Doll y su sargento, el veterano Welsh, que está curado de espanto (cuando ve un cadáver propio o enemigo, en vez de tocar la Campana del Metal, dice "solo es un cacho de carne"). Como es obvio, los dos chocan y se hacen putaditas durante toda la película. Al mismo tiempo, el coronel y el capitán también tienen sus diferencias sobre cómo suicidar o no a la compañía, todo ello amenizado con francotiradores japoneses en los árboles, japoneses que salen de los sótanos de un poblado conquistado mientras los marines se emborrachan (con casi homoeróticos resultados), etc.

 

Muchos japoneses, pero a ninguno se le individualiza ni prácticamente se le humaniza, como es normal en el cine bélico desde los tiempos de la propia guerra hasta época muy reciente. Son solo muñequitos que se mueven y a los que hay que disparar antes de que te disparen, como en los videojuegos. Pero tmpoco vamos a echarle eso en cara a la industria cinematográfica yanqui de los 60.


A favor de la película hay que decir que sí se moja (bueno, se humedece levemente) en aspectos digamos poliíticamente incorrectos (y mucho más para la época) tratados por la novela, como son las relaciones homosexuales entre los soldados. No, no creais que hay rollo porno gay, ni siquiera referencias a la homosexualidad, pero el avispado puede encontrar alguna pincelada en determinados episodios. Resalta el hecho de que la adaptación de 1998, 34 años después, prescinde totalmente de este tema, que yo recuerde. Viva la modernidad y la libertad.


En resumen; una peli ni muy recomendable ni muy deleznable. Normalita, entretenida. No me la compraría en DVD; seguramente una vez vista, ni me la bajaría para verla otra vez. Pero tampoco lamento haber perdido noventa y nueve minutos de mi vida viéndola, y si un día dentro de unos años, no tengo nada que hacer, y vuelvo a pillarla en la tela, a lo mejor hasta me la vuelvo a tragar.

Escribir comentario

Comentarios: 0