El Más Maloso del Mes

Año I Número 1 (Mayo 2010)

 

Esta primera entrega de “El Más Maloso del Mes” está dedicada a uno de los malos más carismáticos que la II Guerra Mundial nos ha dado y no, no me estoy refiriendo al Pato Donald. Damas, caballeros y pingüinos unisex, les presento a Margittai Neumann János Lajos A.K.A John von Neumann para los amigos.

El Dr. Von Neumann planeando la maldad definitiva.
El Dr. Von Neumann planeando la maldad definitiva.

Nacido en Budapest (Imperio Austrohúngaro) en el seno de una adinerada familia de banqueros (judíos obviamente, ¿acaso podría ser de otro modo?). Johnny fue un niño prodigio que estudió matemáticas y química en Budapest, Berlín y Zurich. Estos traslados se explican no porque nuestro joven Johnny fuera un genio, sino por su extremada maldad. Según mis más recientes investigaciones he llegado a la conclusión de que la prohibición de los estudiantes judíos de estudiar en la Universidad de Budapest no era más que una medida de precaución ante el terror que nuestro joven genio hebreo había infligido sobre el personal universitario durante sus años de estudiante.

 

En cualquier caso Johnny acabo doctorándose en matemáticas e inmediatamente comenzó a dar clases en varias universidades europeas y posteriormente americanas. Actualmente se le considera uno de los matemáticos más brillantes del siglo XX habiendo realizado importantes contribuciones en física cuántica, análisis funcional, teoría de conjuntos, ciencias de la computación, economía, análisis numérico, cibernética, hidrodinámica (de explosiones, ojo), estadística, y muchos otros campos de la matemática.

 

A pesar de estos logros lo que nos interesa, la razón por la que estamos concediéndole este honor como “El Más Maloso del Mes” es debido a su faceta de científico loco. Pues, sí gente, este hombrecillo de relucientes calvas incipientes y traje gris es responsable de más muertes que los hermanos McCall y la Estrella de la Muerte juntos.

 

Me explicaré. Cuando los nazis se hicieron con el control de Europa y muchos judíos empezaron a ver que la situación se estaba poniendo bastante “peliaguda”, los más inteligentes decidieron huir hacia EE.UU. y comenzar una nueva vida consumando el Sueño americano (volando una pequeña parte del país). Uno de estos fue nuestro querido John (no confundir con la película).

Nuestro amigo empezó a dar clases de matemáticas por varias universidades nortestadunidenses (no confundir con las surestadounidenses), pero pronto se empezó a aburrir de la docencia y comenzó a buscar ambientes más acordes con su malévola personalidad. Y es así como en 1937, poco después de conseguir la nacionalidad americana, se iniciaría en el campo de las matemáticas aplicadas, más concretamente, en explosivos.

 

Al poco tiempo ya era un experto consultor de la Marina nortestadounidense (dicen que le gustaba invitar a copas a los almirantes mientras que a los generales solo los invitaba a un café). Al poco tiempo Johnny (a partir de ahora, Dr. Von Neumann) fue llevado al Proyecto Manhattan, donde podría dar rienda suelta a su intrínseca maldad. Participó gracias a sus conocimientos en explosivos en el diseño de las bombas de la Prueba Trinity y la Fat Man (suprimo los detalles físicos ya que son demasiado triviales y frívolos para nuestra egregia Web). Aparte de esto el Dr. Von Neumann formaba parte del comité político encargado de elegir los posibles “objetivos” de las nuevas armas. En un principio el Dr. Von Neumann se decidió por atacar Kioto (con el consecuente genocidio japonés y regocijo del bueno del Dr. Von Neumann).

Bueno, todo el mundo sabe lo que pasó al final. ¿Cómo que no lo sabes? Gracias a la incalculable ayuda del Capitán América y Rintintín, Hitler fue desterrado a Argentina y posteriormente crionizado en Neuschwabenland (Nueva Suabia, Antártida) hasta el advenimiento final del 4º Reich en 2342. En lo referente al frente Pacifico, los nortestadounidenses lanzando dos petardos hechos con heces de guanaco, vencieron al Imperio de Japón tras una aburrida campaña de 10 episodios sin mucha chicha (no me digáis que lo de Melbourne no fue lo más aburrido que habéis visto nunca, no mataron a nadie ni nada. Si el teniente Spears y el 506º de la 101 levantaran la cabeza se comían a esta panda de margarines crudos. Vergüenza, ¡vergüenza en la HBO!).

 

En cualquier caso el Dr. Von Neumann se acabará embarcando en otro nuevo plan malvado de destrucción y muerte. En esta ocasión seria contra sus mayores enemigos, los comunistas. Según llegaría a confirmar el bueno del doctor en una ocasión “mi ideología es violentamente anticomunista y mucho más militarista que la normal.”.

Dr. Von Neumann maquinando dispositivos del Juicio Final.
Dr. Von Neumann maquinando dispositivos del Juicio Final.

A través de su anteriormente citado comité político, desarrolló varios escenarios de proliferación nuclear, misiles submarinos e intercontinentales con cabezas atómicas y el muy controvertido equilibrio estratégico llamado MAD (No es coña se llama así) siglas de Mutual Assured Destruction o para los no duchos en lenguas bárbaras. Destrucción Mutuamente Asegurada. Poniendo así su granito de arena en la paranoia colectiva que durante 40 años será la Guerra Fría.

 

No obstante al igual que un gran poder conlleva una gran responsabilidad; la extrema maldad sobrelleva sus irónicas consecuencias y será así como, por un golpe del destino, el Karma, MonEsVol o lo que tú prefieras, el Dr. Von Neumann acabará sucumbiendo al cáncer de próstata en 1957 (secuela no confirmada oficialmente de las pruebas atómicas en el Atolón Bikini), no sin antes (como buen malvado) irse con un último acto de pura maldad.

 

En su lecho de muerte estuvo rodeado de protección militar. Según las fuentes oficiales para impedir que divulgara secretos de estado. No obstante mis investigaciones me han llevado a la conclusión de que era para impedir que el Dr. Von Neumann pulsara el botón rojo con sus apocalípticas consecuencias.

 

Se dice que en estos últimos momentos hizo venir a un monje benedictino para que le convirtiera al cristianismo, completando así el ciclo de la muerte y la malicia como todo científico loco que se precie.

 

Es por esto y más que este malvado genio nuclear, político, economista, intelectual, mujeriego, alcohólico, mal conductor en general y del cual se llego a decir en una ocasión que aunque él era de hecho un semidiós, había hecho un estudio detallado de los seres humanos y podría imitarlos perfectamente, se merece esta primera entrega de “El Más Maloso del Mes”. ¡Enhorabuena!