Leónidas
Leónidas tiene el dudoso honor de haber sido uno de los primeros memes de Thisismadness. Cierto es que nuestros memes no han alcanzado mucho éxito, y algunos diréis que para que un meme sea un meme hace falta que se expanda más allá de sus propios creadores, y que si no es así se trata de una simple broma privada. Idos a la mierda, aguafiestas, os respondo yo. Cuando la palabra meme entre en el diccionario de la RAE me lo repetís; mientras tanto significará lo que nos dé la gana.
Durante mucho tiempo la jeta berreante de este rey llenó de pelos y babazas casi cada sección de nuestra web. Pero descubramos algo más sobre esta figura histórica, tratando de alejarnos en lo posible de la figura musculada y sudorosa en la que el cine lo ha convertido...
No, venga, en serio. Para eso está la biblioteca. A nosotros la ética profesional del historiador no nos va a quitar el gusto de distorsionar la Historia hasta
convertirla en un desvarío psicótico. Así que, por lo que a este artículo respecta, Leónidas estaba mazado, gritaba incoherencias y pateaba culos persas mientras comía ricas manzanas que su
señora le había puesto en la fiambrera antes de salir a trabajar.
Leónidas era un señor del siglo V a. C., vecino de Esparta, una ciudad de Grecia así llamada por la calidad de sus alpargatas y demás productos. Además, los espartanos eran unos pr0s en lo que es matar gente, así que lo convirtieron en su deporte nacional, y como en los Juegos Olímpicos no había torneos de CoD con niñatos abusando del lanzallamas (hasta que se aceptaron el año 57 a instancias del emperador Nerón, que era uno de esos niñatos), Esparta recondujo las habilidades homicidas de sus ciudadanos a la guerra de verdad, que era lo que se llevaba en aquellos siglos.
Para estar preparados, los espartiatas se sometían a un entrenamiento constante desde el momento en que les salía la barba (a los cuatro meses de gestación en los hombres, algo después en las mujeres, como se aprecia en la imagen): palizas, duchas heladas, peleas por el bollicao de la merienda y sodomizaciones mutuas y por parte de sus tutores día sí día no. Todo encaminado a fortalecer el carácter y endurecer el cuerpo.
Leónidas pronto destacó en todas estas actividades (especialmente en la parte de soplar nucas; a los siete años ya había puesto mirando a Tesalia a todos los niños de su promoción) y por eso acabó siendo rey. Pero no era el único: había nada menos que dos reyes en Esparta. El segundo diarca era Leotiquides, pero a menudo se pasa por alto su figura porque tenía menos carisma que su colega y un nombre mucho menos comercial. Además, cuando a Leónidas le llegó su momento de gloria le dijo a Leotiquides: "Leo, ti quides", que en dialecto laconio viene a ser "yo me voy a inmortalizar mi nombre, tú quédate por si me llaman de Hollywood. ¡Y no toques mis cosas!". Y Leotiquides, que era un pan sin sal, se quedó.
¿Adónde iba Leónidas? Él dijo que a por tabaco, pero era una excusa para salir a jugar a la guerra con los amigotes. Porque habían estallado las Guerras Médicas y los persas, un enorme ejército de Lolcats peludos sedientos de sangre, estaban invadiendo Grecia y Leónidas no quería perderse la oportunidad de barrer el suelo con ellos. El problema es que en Esparta se tomaban muy en serio las vacaciones y nadie quiso acompañarle salvo sus 300 amigos más íntimos de Facebook, a los que chantajeó con regalos del Farmville.
¿300? ¡No! Para ayudarle a acabar con los persas, Leónidas se llevó con él a su fiel mascota. Un perro que, según el mito, descendía del mismísimo Zeus, que un día
bajó del Olimpo pasado de ambrosía y con ganas de rocanrolear la Kashba, y sedujo al primer mamífero que se cruzó, dando como resultado el primer ancestro de la ilustre familia de los Riot Dogs. La historia de este linaje pasa por el líder de los perros a los
que tanto se refiere Homero en la Ilíada como higienizadores del campo de batalla, devorando los cadáveres de miles de héroes y soldados anónimos; también pertenecían a su familia los perros de
Acteón, que se comieron vivo a su amo; y Argos, el perro de Ulises, el único de esta lista del que no nos constan actividades antropofágicas. Con tales antecedentes familiares, el perro de
Leónidas no iba a perderse la oportunidad de probar carne de persa, que es así como muy exótica. Por lo tanto, fueron 301 los espartanos que combatieron junto a Leónidas.
Y allá se fueron de camping a las Termópilas, que viene a significar "Puertas calientes", pero en griego, para que no suene como una película X. Durante días se repartieron hondonadas de hostias, carretadas de lanzazos, avalanchas de mordiscos (y no sólo por parte de Riot Dog). El rey de los persas, Jerjes, mandaba oleada tras oleada de sufridos lolcats de infantería a estrellarse contra el muro de bronce y pétreos abdominales de la falange espartana. Aunque el cómic y el cine nos han transmitido la imagen de Jerjes como la de un mulato zumbón, las más rigurosas investigaciones históricas nos permiten reconstruir su aspecto, relacionándolo con otro malvado mandamás.
Viendo que sus hordas de mininos no despertaban más que carcajadas en los griegos, Jerjes puso en práctica su último recurso, un plan al que esperaba no tener que recurrir. Transmitió a sus lolcats la orden secreta y los mandó al frente una vez más. Cuando los espartanos estaban discutiendo el mejor modo de cenar después de la batalla, miles de persas se pararon ante sus anonadadas jetas y ejecutaron su arma secreta.
Ni que decir tiene que los espartanos esa noche, como había profetizado su líder, el ínclito Leónidas, cenaron en el infierno. Uno a uno fueron degollados mientras contemplaban enternecidos la escena de su propia destrucción.
¿Sabías que...
… El niño de esto es una fiiiiessshhta es hijo de Leónidas?
… Leónidas hacia flexiones hasta con las cejas?
… Chuck Norris enseñó a Leónidas a dar patadas giratorias?
… Los espartanos usaban Linux?
... los inmortales persas no eran inmortales, solo tenían siete vidas?
... Riot Dog se mudó a Atenas, donde empezó su carrera de agitador político (hasta hoy)?