Los robahuevos

Ya iba siendo hora de añadir a nuestra larga lista de especímenes thisismadness unos seres como estos, también conocidos como dinosaurons, habitantes de Marte hace millones de años, que bajaron a la tierra en la época de Jurassic Park. No así con Viaje al centro de la tierra, con Vendrán Frases, ese tío no mola nada.

 

Este par de dos dinosaurons en cuestión ha sido seleccionado por ser la primera especie pluricelular en presentar síntomas claros de drojadicción a una sustancia cuyo consumo estaba prohibido por entonces, ya que se trataba de homicidio infantil: los huevos.

Sexo, huevos y rock 'n roll
Sexo, huevos y rock 'n roll

 

Los síntomas de esta dependencia son claros y más que vistosos, haciendo que cambies profundamente tu personalidad, arrebatándote tu ser: el yonki se ve transformado también físicamente y padece un estado de hambre permanente, sus ojos se vuelven naranjas, rasgados y saltones, desarrolla un pico de ave, etc. El cuadro clínico se completa con relajación de las costumbres sexuales hasta llegar a límites homoincestuosos, gran agresividad, y sobre todo, ganas irrefenables de bailar y cantar.

 

Sin duda asistimos a uno de los más primigenios y llamativos casos de adicción a las proteínas que se pueden descubrir tanto en el reino animal como en el de Gondor. Es momento de adentrarnos en el perfil psicológico de estos parias de la sociedad jurásica y comprender cómo llegaron a depender de los huevos hasta el punto de arruinar sus prósperas vidas de reptiles gigantes.


Sabemos que se trata de dos entes diferenciados entre los que sospechamos ciertos lazos genéticos o al menos tafonómicos. Ignoramos si son realmente hermano o solo compañeros de colocón. Se trata de dos personajes claramente diferenciados.

El primero, conocido como Ozzy, se ganó su apodo por arrancar a mordiscos las cabezas de los pequeños dinosauritos en cuanto la asomaban del cascarón. No sabemos cuál fue el origen de su adicción pero sin duda fue él quien incitó a su hermano a meterse en el mundo de los huevos, y era él el cerebro de las actividades delictivas en las que se vieron involucrados a consecuencia de su dependencia. Ejercía su dominio mediante el miedo, la agresión y probablemente la sodomización.

El otro miembro del club de la yema era Strud (o algo asín). Este joven altamente sugestionable era un consumidor asiduo de hierba pero Ozzy lo alejó de las drogas blandas y el vegetarianismo militante, para alegría de la familia del mermado saurio. Así Ozzy consiguió ganarse la confianza de Strud y acabó llevándolo por un camino mucho peor: el de los huevos duros. La ovoína acabó con las pocas neuronas que le quedaban y su hermano adquirió total control sobre él, ejerciendo como su camello, su chulo y su director de coreografía.

Poco a poco se fueron convirtiendo en seres marginados, y olvidaron el sabor del pan... asesinos los llamaron... ¡gollum!... cuando se comieron a sus sobrinitos nonatos, que les habían dejado para que los cuidaran. Expulsados de su hogar, vagaron por Pangea robando y extorsionando para poder chutarse siquiera un huevo de escorpión prehistórico gigante. Así llegaron a las cercanías de cierto valle que la NBC y la $GA€ no nos permiten nombrar, donde pudieron chutarse a gusto: la tierra que manaba clara y yema, la llamaban en el argot de los yonquis.

 

Durante todo este tiempo, Ozzy seguía ejerciendo su BRUTAL tiranía, con maltratos y humillaciones constantes, portándose como un verdadero nazi cada vez que su hermano pillaba un poco de hierba; su cerebro carcomido solo podía pensar en los huevos y prohibía cualquier otra sustancia. Strud, sometido a hostias, alimentaba  su odio al mismo tiempo que alimentaba su siempre creciente adicción.

La temporada de puesta terminó y con ella acabaron los buenos tiempos para los dos Robahuevos, como ya se les conocía en el valle, en un alarde de originalidad. Consumido por el mono, Ozzy atizaba a Strud con más violencia cada vez, hasta que la última gota colmó el odre del hermano tonto: encontró a Ozzy bebiéndose la clara de un huevo de dipldocus recién abierto y no pudo soprtarlo más. Ahogó a su hermano en el preciado fluido, metiéndole la cabeza en el cascarón, y huyó.

 

Como consecuencia de sus años de adicción, desarrolló un altísimo nivel de colesterol que ni todas las proteínas de Bear Grylls podían compensar. Arrastraba penosamente su cuerpo fofo y tumefacto hasta los nidos y era apaleado reiteradamente, hasta que en tan penoso estado, fue recogido por miembros del Proyecto Saurio, que intentaba reintegrar a los adictos en la sociedad. Mediante la tortilla y la mayonesa, sustitutivos de los huevos puros, Strud emepzó a recuperarse lentamente. Encontró un trabajo de reponedor en una biblioteca de comida y parecía que iba a salir del agujero.

 

Pero un día, mientras recibía su acostumbrada dosis de mayonesa, sufrió una crisis general, y entre vómitos fecalizantes y atroces dolores, dejó este mundo. Se especuló que la causa pudo ser una salmonelosis fulminante provocada por los efectos secundarios de la polémica mayonesa, porque, ya se sabe, en esa época no había neveras.


La moraleja de esta historia es: Niños, no toméis drogas, porque si estáis colocados, cuando un dinosaurio venga a robaros los huevos no podréis defenderos.

¿Sabías que...

 

... los yonkisaurios se cabrean mucho si les tocas los huevos?

 

... la evolución de los mamíferos desestabilizó el mercado de la droga?

 

... el saurio tiene cinco derechos fundamentales: los huevos, los huevos.... y no me acuerdo de los otros tres?